Encontrarás Casa Rural Mendiburu en… Calle San Lorenzo, 6, 31892 Osinaga, Navarra
Experiencia Ma petite… Tan cerca y, sin embargo, tan lejos.
Cuatro kilómetros. Esa es la distancia que separa el pequeño pueblo de Osinaga de la carretera nacional. Unos cinco minutos que recorremos en coche despacio, contemplando el paisaje de bosque que nos va llamando, recorriendo las curvas de la carretera absorbidos por el valle. Cuatro kilómetros en los que, sin darte cuenta, pasas a una dimensión diferente porque es el tiempo que te cuesta olvidarte de todo y prepararte para pasar un fin de semana de chimenea, descanso y desconexión total. ¿Nos acompañas?
Mendiburu es la primera casona del pueblo. Te saluda erguida y lista para abrir sus puertas y acogerte con los brazos abiertos. La sonrisa la pone Isabel, la anfitriona de esta casa rural, quien nos recibe con todo su cariño. Nos dice que se considera una “romántica de lo rural” y la verdad es que cada rinconcito de Mendiburu proyecta amor, cuidado y hospitalidad.
Es una casa perfecta para alojar a una decena de huéspedes porque cuenta con cinco habitaciones dobles y la posibilidad de ampliar a dos personas más en camas supletorias. Aunque la verdad es que, si queréis descansar, cada uno de los que entréis en Mendiburu debéis dormir en las camas más mullidas y perfectas que hemos visto nunca. Una de las preguntas que más contesta Isabel es: “¿dónde has comprado estos colchones?”. Y ahora sabemos por qué.
El encanto de la casa se basa en una combinación perfecta entre todas las comodidades a las que estamos acostumbrados sin haber perdido su estructura original. Por ejemplo, podrás cocinar a fuego lento con todo el sabor que la madera imprime al puchero, en una cocina económica. O sentaros a comer y a compartir vuestros ratos junto al fuego de la chimenea del salón.
Además, cada mes, Mendiburu promociona el producto local. Eso significa que, si te alojas en la casa, te vas a llevar de recuerdo el producto del mes. Por ejemplo, los huéspedes de septiembre volvieron a casa con queso de Unanua; los de octubre, con txistorra de Arbizu; y los de noviembre, con vino de las bodegas de Máximo Abete de San Martín de Unx. Y, por si fuera poco, encontrarás tés e infusiones de Especialité y chocolate de Chocolates Subiza. De esta manera, fomentan la economía circular y de kilómetro cero, algo que a Ma petite nos encanta.
Este maravilloso lugar tiene tantas posibilidades que ya solo nos queda invitarte a que vayas a descubrirlo y a sentirlo por ti mism@. A disfrutar de su jardín, de la naturaleza, del aire frío, del txirimiri otoñal, del calor de la madera, de una mesa larga, de los balidos de las ovejas y de la cercanía de un burrito que te dará la bienvenida nada más llegar a Osinaga. El resto del fin de semana lo organizáis vosotr@s.
Lo mejor está en el desván…Mendiburu guarda una sorpresa en la parte más alta de la casa. Isabel ha creado allí un espacio polivalente para acoger todo tipo de encuentros, reuniones y retiros. Al calor de una chimenea, tienes más de cien metros cuadrados para desarrollar allí diferentes actividades. Además, cuenta con una pequeña cocina para preparar los descansos.
Es perfecto para realizar clases de yoga, meditación o terapias en grupo; encuentros literarios, artísticos o que potencien tu creatividad y motivación; catas de vinos, quesos o encuentros gastronómicos; reuniones empresariales, jornadas o dinámicas de trabajo.
Todo lo que organices cuenta con la posibilidad de ofrecer un catering. La lista y las posibilidades son infinitas y, a tan solo, veinte minutos de Pamplona. Según lo que necesites puedes alquilar la casa y el desván, o solo el desván si no precisas de alojamiento.
Ma petite en acción… Pero todo no va a ser sofá, chimenea y chocolate. Un fin de semana da para mucho y una escapada rural tiene que incluir un buen paseo. Si te alojas en Mendiburu hay dos rutas que puedes hacer. La primera es subir a Arriaundi atravesando un hayedo precioso y descubriendo las ruinas del monasterio de San Esteban, que data de la Alta Edad Media y que está en proceso de recuperación.
La segunda ruta es completar los cuatro kilómetros que separan Osinaga de Muskitz, siguiendo la Cañada real de las provincias. En este segundo paseo, te encontrarás con la ermita de San Bartolomé y atravesarás otro hayedo espectacular. Son paseos fáciles, aptos para todos los públicos.
Si completas todo esto, que nadie te niegue el chocolate.
Última nota…sabemos que Mendiburu tiene ya reservas para el puente de diciembre y las vacaciones de Navidad, así que si estás pensando en una escapada cercana para disfrutar del otoño ¡date prisa y reserva!