Encontrarás La Posada de Iraizotz en… Calle San Martín, 18, 31797 Iraizotz, Navarra

 

No hace falta… esperar al domingo. Plan perfecto para cualquier día que te apetezca o necesites una escapada cerquita de Pamplona.

 

Brillo propio… en sus puertas deslumbran los rayos de un “Solete Repsol”. ¿Adivinas por qué?

 

Enclavada en el encantador pueblo de Iraizotz, en pleno valle de la Ulzama, se encuentra La Posada de Iraizotz, un lugar que combina a la perfección la esencia de la cocina casera con un entorno acogedor y familiar. Hoy te proponemos para tu próximo día de fiesta, un paseo por el verde valle de la Ultzama con final en Iraizotz. No está lejos de Pamplona y además, esta posada cuenta con un reconocimiento «Solete» de la Guía Repsol. No solo por su excelente cocina, sino también por su servicio cercano y amable.

Te contamos que, pidas lo que pidas, las raciones son generosas y los precios asequibles, así que todo esto convierte a la Posada de Iraizotz en una opción perfecta para disfrutar de comida casera en un ambiente súper acogedor. Además, el entorno invita a alargar la jornada con un paseo por el precioso valle de la Ulzama. Aunque nosotras te recomendamos que primero hagas el paseo, porque después de la comida, no vas a querer levantarte de la mesa.

Prepárate para disfrutar y rebañar

Aquí te dejamos un pequeño resumen de todos los platos que probamos. Aviso: nuestro grupo era grande, por eso la lista es completa.

Ración de fritos caseros: crujientes y llenos de sabor. Son el inicio perfecto.

Alubias rojas: un plato reconfortante, cocinado con dedicación y a fuego lento.

Ensalada de queso de cabra: fresca, equilibrada y con un toque de carácter.

Entrecot con pimientos: Jugoso, perfectamente cocinado y acompañado de unos pimientos llenos de sabor.

Ajoarriero con huevo frito: una receta clásica de la gastronomía navarra que destaca por su autenticidad.

Y si, todavía nos quedó hueco suficiente para el postre. Para este broche final, nos decantamos por dos postres típicos:

Cuajada de la Ultzama: cremosa, con un toque de miel y nueces que la eleva a otro nivel, sin olvidar ese regusto a leche quemada tan especial.

Goshua: el mejor final con el sabor de la repostería navarra más bueno.

¿Qué hace especial a la Posada de Iraizoz?

No solo lo decimos nosotras. Hasta la distinción «Solete» ha recaído en este restaurante que reconoce a aquellos lugares que cuidan las recetas tradicionales sin pretensiones, donde los comensales disfrutan de un ambiente desenfadado y donde el entorno potencia cada detalle. La Posada de Iraizotz es uno de esos rincones donde la cocina se convierte en un placer compartido, un plan perfecto para disfrutar de una comida en buena compañía con los sabores de siempre, como orquesta de fondo.

Detrás de una posada, siempre hay una gran historia

Una historia que comenzó en 1945, cuando la abuela paterna de Romina, la actual dueña de la posada, viajó desde Iraizotz a Argentina. Allí conoció a su marido gallego y formaron una familia. La vida quiso que volviesen a Navarra en 2002, cuando la situación en Argentina se volvía más difícil cada día. Durante más de quince años, vivieron en Burguete, trabajando en el bar de esa localidad. En 2022, Romina decidió hacerse cargo de La Posada de Iraizoz. «Estoy muy orgullosa de estar viviendo y trabajando en el pueblo de mi abuela, la cual siempre quiso volver y nunca pudo«, nos cuenta contenta, porque su hijo de cinco años crece en el pueblo de su bisabuela. ¡Qué historia más bonita, Romina! 

 

Servilleta estirada y a triunfar… Si buscas un restaurante para triunfar en familia o con amigos, La Posada de Iraizotz es una apuesta segura. Ya sea para disfrutar de unas raciones abundantes, descubrir el encanto del pueblo de Iraizotz, o simplemente para saborear una cocina de calidad a buen precio, este es el lugar para perderse y disfrutar. ¡Volveremos!

 

Pero acuérdate de… reservar, reservar y reservar. Ya sabes. Puedes llamar al 948 305 328.