Encontrarás Bistrot Catedral en… Calle Navarrería, 20, 31001 Pamplona, Navarra
Perdición Ma petite… Una tarde perfecta que comienza con una cerveza y termina con una piña colada
La ciudad está llena de rincones y cada uno tiene su preferido. Hay rincones que enamoran y otros que te esconden. Hay rincones para perderte y otros, para reencontrarte. Hay rincones muy especiales y otros que, quizás, haya que dejar pasar sin mirar.
Si nos preguntas a nosotras, tenemos uno que nos encanta y que hoy compartimos contigo. Añadirlo a tu lista es ya tu elección. ¿Te vienes?
Haciendo esquina, como buen rincón que se precie, se encuentra el Bistrot Catedral. Y como su nombre indica tiene delante una vista imponente que le eleva. La terraza del Bistrot es una de nuestras preferidas. Sentarte allí a disfrutar de las vistas, a observar a los que se acercan hasta la catedral es un indispensable en esta ciudad.
El propio Bistrot cuenta la historia a su manera, que es un poco la de todos. Sus paredes están decoradas como si de un libro de historia se tratase. Todo comenzó cuando solo existía la tierra y las estrellas. El cielo y la tierra, ese es el comienzo. Después, todos los elementos están representados: desde la edad del hierro y la de bronce, hasta la edad moderna y la tecnológica, pasando por el plástico que invade el planeta.
Y entre era y era de historia, ¡qué mejor que ir sorbo a sorbo paseando por la carta del Bistrot! Tiene un montón de opciones de picoteo para ir acompañando la carta de cocteles y combinados. Aquí te puedes dejar aconsejar por Alejandro, su camarero, quien nos preparó una piña colada y un Cosmopolitan perfectos para ver el atardecer. ¡Gracias!
Recomendación Ma petite… Si los cócteles no son lo tuyo, puedes degustar uno de los vinos diferentes que ofrecen. Estos caldos provienen de bodegas que producen un vino de autor, muy cuidado, con cuerpo, aromático y armonioso. Bodegas que quizás no te sean tan conocidas pero que te van a sorprender. Aquí vas a encontrar vinos de denominación de origen de La Rioja, Ribera del Duero, Penedés y, por supuesto, Navarra. Siéntate a la mesa y disfruta.
