Redescubrimos… Paseo del Arga hasta Burlada

Paseo completo: No tenemos Garmin, pero calculamos que un buen rato para completar unos siete kilómetros.

Recompensa final: entradas VIP a un mundo mágico

Un consejo Ma petite: completamente cierto que nunca se olvida andar en bici

                    

¡Nos vamos en bici! Hoy vamos a hacer nuestro paseo sobre dos ruedas. Redescubriremos Pamplona con alma de ciclista, aunque nos falte el maillot. Esquivando a unos y a otros llegamos a la cuesta de Labrit, nuestro punto de partida, justo al lado de la muralla que baja hacia el Club Natación. Un tercio de Ma petite está muy acostumbrada a ir en bici, pero al otro tercio le cuesta pasear en esta nueva modalidad, así que va con todos los sentidos activados.

En cuanto terminamos de bajar la cuesta, hacemos nuestra primera parada porque nos encantan las postales otoñales que nos regala Pamplona por las mañanas y porque no hay quien se resista a recoger estos momentos. En este paseo tenemos que cruzar al otro lado del río Arga, por el puente de la Magdalena que imprime señorío a nuestra ruta. Una vez cruzado, tenemos todo el camino para nosotras y nuestras bicis. ¿Os acordáis de cuando erais pequeños y pedaleabais, cantabais y silbabais? Pues eso, sacad la bici del trastero y aprovechad todas las rutas con las que cuenta nuestra Iruña.

Sin embargo, este pedaleo liberado no nos dura mucho porque la curiosidad Ma petite siempre gana. Primera parada: los caballos de Goñi. Para el que no haya pasado por aquí, merece la pena pararse a ver el rancho, observar a los caballos correr y acariciar a los ponis. Entretenimiento asegurado.

En ello estamos, cuando nos llega un aroma conocido. Seguimos el rastro y diez metros más adelante, Frutas Zabalza nos atrae con sus pimientos asados. Segunda parada. No nos queda otra que llevar unos cuantos para comer. ¡Y qué ricos! Nos los llevamos preparados en bolsitas, envasados al vacío y todavía calientes porque los acaban de asar. Son los últimos de la temporada. Los encargados nos cuentan que puedes ir a las mismas huertas de Frutas Zabalza a comprar verdura y pimientos. Están abiertos al público desde principios de septiembre hasta que termina la temporada al comienzo de noviembre. Este año, con el buen otoño que nos ha regalado la ciudad, ha sido una campaña larga y muy concurrida.

Así que continuamos el camino con la cesta de la bici repleta de buenos alimentos. A partir de ahora, el curso del río te lleva hasta Burlada y más allá, por uno u otro lado, depende de lo que te llame más la atención. Sigue tu instinto.

El nuestro nos lleva a descubrir caminos nuevos, cruzando el puente de hierro. Pero al cabo de un rato y, gracias al consejo de una viandante, nos damos cuenta de que no ha sido una buena idea, sobre todo, al ir en bici. Esta parte casi que no os la contamos al detalle, solamente destacar que el terraplén se derrumbó a nuestros pies y que casi terminamos lanzadas a la orilla del río, bicis incluidas. Así que querido seguid@r de paseos Ma petite: por esta vez, mejor seguir el camino asfaltado.

Aventuras y risas (muchas) a parte, en el camino podéis parar a comprar plantas si llegáis hasta Arvena. Hoy no tenemos tiempo para más, lo dejaremos para el siguiente paseo por estos lares. ¡Volveremos!

La mañana se nos ha echado encima y tenemos una cita. Pedaleando volvemos deshaciendo el camino hasta llegar a la pasarela. Parece que no, pero ésta es lo suficientemente ancha como para pasar con la bici sin problemas, así no tenemos que ir hasta el puente de la Magdalena; además, el paseo de hoy huele a aventura a cada paso. Tan solo decirte que sujetes bien la bici en el tramo de escaleras hacia arriba y hacia abajo. (Y no te dejes llevar por la corriente).

Si la cuesta hacia Labrit te parece demasiado empinada, no te preocupes. El ascensor hacia la Media Luna te recibirá con las puertas abiertas. En un solo viaje, las bicis y nosotras estamos frescas ante el fortín de San Bartolomé. ¿Sabías que también es conocido como fortín de media luna? De ahí, el nombre del parque que le rodea. Aunque no es tan conocido como el resto de las murallas, te contamos que alberga el Centro de Interpretación de las fortificaciones de Pamplona que se puede visitar. Apuntado también para otra cita.

 

Ya es la hora. Bajamos la calle Estafeta y nos dirigimos hacia la calle Curia. Hemos quedado con Cristina para que nos enseñe Danyé, un espacio muy especial, surgido a partir de una gran historia. Es algo más que una tienda, es la puerta a todo un reino y que tiene a África como protagonista. Si queréis saber más sobre esta tienda, podéis leer nuestro post. Estamos seguras de que os encantará.

Y aquí terminamos hoy. Enteras y verdaderas. Satisfechas, encantadas y agradecidas. Nos gusta Pamplona, sus rincones, sus paseos, sus tesoros. Como a toda persona que tenga un poquito de alma Ma petite.