Redescubrimos… subida al monte Miravalles, en Huarte, Navarra.
Paseo completo: Según lo rápido que asciendas y contando con incluir un paseo por Huarte, cerca de dos horas
Recompensa final: no resistirse a la llamada de El panadero de Eugui
Un consejo Ma petite: a pesar de la niebla, siempre podemos ver un poquito más allá
Hoy nos vamos con buena compañía hasta la cima del monte Miravalles. Dos buenas amigas no han podido resistirse a los paseos Mapetite y se han animado a acompañarnos. Lástima que el sol no haya pensado lo mismo y nos haya enviado a la niebla en su lugar.
Comenzamos nuestro recorrido en la parte trasera de la planta de Cinfa en Huarte. Allí puedes aparcar el coche y unirte al paseo del Arga en dirección a Huarte.
Lo primero que hacemos es fotografiar el caudal del río porque baja tal cantidad de agua que ensordece. Da miedo. Cuando hablan del otoño seco que hemos pasado, será porque excluyen Pamplona de sus registros.
Debes cruzar el puente, pero te aconsejamos que tomes un tiempo para escuchar el río. Cuenta historias. Muchas de ellas sobre los almadieros que bajaban los troncos desde los montes de Esteribar, Eugui y Ultzama hasta el molino de Caparroso en Pamplona, para abastecer a la ciudad de la madera que ésta demandaba.
Al comienzo de la ruta, tienes que seguir las señales del Camino de Santiago que te llevarán a atravesar el pueblo de Huarte. Nada más subir, nos quedamos impactadas con los grafitis tan chulos que nos saludan. De alguna manera, encajan perfectamente en el paisaje del pueblo. Acércate un día a verlos porque son espectaculares. Desde aquí, un aplauso para esos artistas que nos iluminan la ciudad y comparten su arte con nosotros.
¡Comienza la subida! Os confesamos que hasta el momento esta es la salida más montañera de todas las que hemos realizado. En el panel informativo, verás que hay diferentes senderos que puedes hacer. Nosotras elegimos subir a la cima.
Un poquito más adelante, encontramos las primeras ruinas romanas. Es una verdadera pena que los paneles informativos se encuentren en tan mal estado. No podemos leerlos pero entendemos que ilustran los comienzos de la aldea. Así que continuamos por el sendero que nos lleva hasta la cruz, la primera gran vista de la cuenca de Pamplona. Sigue nublado.
Seguimos de nuevo el sendero hasta encontrarnos con los restos del castillo de Huarte. Entre sus piedras se han encontrado restos que datan de la Edad de Bronce. La de crecidas del río Arga que se habrán visto desde este punto. Aunque los restos que encontramos son escasos, merece la pena pararse a leer la historia de esta fortaleza.
Hemos llegado a la cima y las vistas siguen nubladas, así que no tenemos grandes fotos que enseñaros. Anotada una próxima subida en la agenda de primavera.
Bajamos rápido. Tenemos ganas de café y la mañana esta fresquita y húmeda, por lo que nos vamos de ruta por Huarte. Sin embargo, nuestra parada no tiene nada que ver con una cafetería. Nos hemos topado con la carnicería Iriguibel y la frutería. No podemos resistirnos a hacer la compra. Sacamos la bolsa plegable y nos volvemos cargadas de frutas, verduras y carne de primera calidad. Ya tenemos comidas y cenas hechas para todo el fin de semana.
Pero antes de volver al coche, debemos recargar pilas y entrar en calor. Nuestras naricillas se retuercen porque saben que el aroma de El panadero de Eugui viene de muy cerca. Y los pies se ponen en ruta automáticamente. No hay nada que hacer. Por favor, preparen arsenal de café y su rica bollería que las chicas Mapetite se la han ganado. Au revoir nous amis!
